miércoles, 17 de noviembre de 2010
IV. Contaminación del agua.
El agua es un elemento fácilmente contaminable. Sus múltiples usos la ponen en contacto con sustancias que la hacen perder sus propiedades saludables para la vida.
Las principales actividades que contaminan el agua son: la industria, la agricultura, la ganadería, y los usos urbanos y domésticos.
La contaminación industrial se debe al uso que del agua se hace en los procesos industriales: lavado de maquinaria y productos, enfriamiento, arrastre de las materias primas sobrantes, etc. Una forma de contaminación indirecta es a través de las partículas que son expulsadas al aire. Estas partículas terminan por precipitarse, o incorporarse al agua dentro de las gotas de lluvia.
La contaminación agrícola se produce por medio de un uso excesivo de abonos, especialmente los abonos nitrogenados, que reducen considerablemente el oxígeno del agua. Aquella parte del abono que no se emplea en el crecimiento de las plantas es arrastrado por las aguas, contaminándolas.
También la ganadería es un agente contaminante importante, sobre todo en ciertos puntos. La ganadería como agente contaminante aparece con la estabulación y las explotaciones intensivas. Los principales problemas de contaminación provienen de los purines animales, muy difíciles de eliminar, y que ya no se emplean, como antaño, para abono de las tierras.
La contaminación doméstica se debe al uso en el hogar de detergentes, grasas y el aseo personal y del hogar. Se trata de productos variados y de muy diferentes características. Los residuos urbanos terminan en basureros, que suelen estar al aire libre. El agua que circula a través de ellos, agua de lluvia principalmente, termina muy contaminada por diversos productos.
La contaminación urbana se debe a usos del agua para higiene de la ciudad. En ese proceso arrastra polvo, grasas, gasolinas y otros líquidos de los vehículos, junto con otros desperdicios urbanos. Los humos de vehículos a motor y calefacciones se mezclan con el agua atmosférica y son arrastrados al suelo como lluvia ácida.
La sobreexplotación de los acuíferos genera, también, la contaminación de estos, especialmente si están dentro del ámbito de las filtraciones marinas. Cuando el nivel del acuífero queda por debajo del nivel de recarga, el agua procedente de otros lugares, que puede estar contaminada rellena el acuífero contaminándolo por completo. Este mecanismo es especialmente peligroso en las inmediaciones de la zonas industriales y los basureros.
Como el resto del agua presente en las tierras emergidas, el agua contaminante también termina bien en acuíferos, que quedan inutilizables para el ser humano, bien en lagos bien en el mar. Las zonas próximas a la costa presentan niveles de contaminación preocupantes en la mayoría de los países desarrollados.
Muchos son los productos que pueden contaminar el agua. Los más peligrosos son los metales pesados (mercurio, plomo, cinc, etc.), porque son bioacumulables, y entran a formar parte de la cadena trófica si esta agua es usada para regar o dar de beber a los animales. Detreminados productos químicos de uso común como los detergentes e insecticidas son tóxicos y cancerígenos. También aparecen entre el agua contaminada restos de medicamentos sobrantes, que terminan en el desagüe. Entre los contaminantes químicos el principal es el nitrato, que procede de fertilizantes y abonos químicos. El arsénico es uno de los contaminantes más peligrosos, ya que en pequeñas dosis puede ser letal. Proceder de la disolución de determinadas rocas, pero también de su uso para determinados procesos industriales. El mercurio es un metal muy contaminante, y que una vez en el organismo no se elimina. Hasta la década de 1980 era frecuente el uso del mercurio en diversos utensilios domésticos, como los termómetros. También aparece en la composición de la sosa cáustica, pero por su gran peligro en la actualidad está prohibido su uso. El aluminio es un metal muy común en nuestros días. Su extendido uso hace que esté presente en el agua. El cobre es uno de los elementos más utilizados en la industria, y está presente en todos los hogares.: cableado eléctrico, piezas de máquinas, utensilios de cocina, insecticidas, pinturas, fertilizantes, y alimentos, ya que es un nutriente esencial para el cuerpo, en dosis adecuadas. El plomo es un contaminante muy peligroso, sobre todo por su fácil oxidación. Muchas casas antiguas aún tienen cañerías de plomo, por las que circula el agua. El flúor y el cloro también están presentes en las aguas. Son un elemento esencial para su potabilización, pero en exceso pueden producir problemas de salud.
Las aguas contaminadas procedentes de los hogares, industria y ciudades es canalizada a través de alcantarillas de aguas residuales hacia las depuradoras, donde por diversos procesos recupera gran parte de sus propiedades naturales.
Las aguas contaminadas que circular por una red de alcantarillas, las aguas residuales de origen urbano, doméstico e industrial, han de ser dirigidas hacia una estación depuradora de aguas residuales, o planta de depuración, situada aguas abajo del punto contaminante. En la estación depuradora se tratarán las aguas por diversos procesos fisicoquímicos y biológicos, con el objeto de quitarles sus contaminantes, y devolverla a la naturaleza en el mejor estado posible. La mayor parte de las depuradoras tratan las aguas urbanas y domésticas, pero determinados sectores industriales han de tener su propia depuradora con procesos específicos para sus contaminantes, como es el caso de las farmacéuticas y las plantas químicas.
Desde el punto de vista de la depuración del agua se distinguen, por un lado los contaminantes que están en suspensión o flotación y por otro los que están disueltos en el agua. Además, están los contaminantes de origen orgánico y los de origen mineral. También hay que distinguir los contaminantes, que aún siéndolo, son biodegradables, y los que no.
El agua contaminada que llega a una planta pasa por diferentes balsas, canales, cisternas y procesos donde recibe distintos tratamientos. Los primeros tratamientos son los físicos. En las primeras balsas se quitan los elementos flotantes gruesos haciendo pasar el agua por rejillas cada vez más pequeñas. Tras el último tamiz el agua se vierte en una balsa de decantación donde, con el reposo, y por gravedad, los elementos finos que aún están en suspensión se depositan en el fondo.
El agua, ya decantada, pasa entonces a una balsa en la que es tratada con bacterias, que la liberan de gran parte de los contaminantes orgánicos, y parte de los minerales. Esta balsa ha de estar bien oxigenada, por lo que tiene mecanismos que mueven el agua y la airean.
Tras este tratamiento el agua ha de ser decantada de nuevo. Las técnicas en este segundo tratamiento son múltiples: fangos activos, lechos bacterianos, aireación prolongada, biodiscos, etc.
El agua puede recibir un tercer tratamiento, especialmente si se pretende utilizar para otros usos. Se trata de tratamientos físico-químicos que varían dependiendo de para qué se requiera el agua: higienización, para a eliminar virus y gérmenes, cloración, rayos ultravioleta, etc.
El proceso de depuración genera residuos (como los lodos) en los que la concentración de contaminantes es muy alta. El tratamiento de estos residuos requiere de una atención especializada, salvo los obtenidos en los primeros pasos, que es asimilable a las basura urbanas. Los lodos precisan de tratamientos como el espesamiento, la digestión y la deshidratación, para conseguir se que sean asimilables a los residuos sólidos urbanos, puedan se incinerados, o sirvan como abono para la agricultura. Como subproducto se produce metano, que en cantidades suficientes puede ser comercializado.
La instalación y el mantenimiento en buenas condiciones de una depuradora debe de ser una prioridad para todas las poblaciones. Desde tamaños de unos pocos cientos de personas la contaminación de las aguas puede suponer un peligro si se liberan en la naturaleza de manera indiscriminada. Por otro lado, las depuradoras tienen un plazo de vida útil limitado por lo que es necesario ir renovándolas, y planeando su sustitución con suficiente antelación. Normalmente la instalación y conservación de las depuradoras está en manos de los poderes municipales.
** Imagen obtenida de (https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiK-3B9QIG8Yer6RLNBhBSSE9sQa_6wurzxY1BpMy8TYlbRdAmXS5zn9OIkTBoBOXuiq3LhaHwqjqdIu-9Zq3grJrHgpQ3TuWXDOXtKB254RByDkN4LnH-O4t4HeP3WS_e1QGIhVYE8i4Gn/s1600/lago+gpe.png)
* En esta fotografía se puede observar algunos estudiantes del tecnológico de Monterrey (Campus Edo. México) tratando de limpiar la basura en el Lago de Guadalupe. (Cuautitlán Izcalli)
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